Pero la mantelería no es el único elemento de importancia de nuestras mesas estas navidades.
Los candelabros o velas son todo un must del momento. El secreto es acertar en la combinación entre ellos, con alturas y tamaños diversos. Lograrás aportar un toque auténtico a tu mesa pero también crearás una atmósfera más confortable, o como dirían los daneses, más "hygge". ¡Nos encanta ese nuevo término!
Las guirnaldas tampoco han de faltar. Muérdagos, ramas de pino o incluso frutas de temporada, son perfectas para crear un bonito centro de mesa.
Y no nos olvidemos de la vajilla. Sin duda es un elemento imprescindible en cualquier cena navideña. Platos con toques de dorado, de estilo vintage que recuerdan a las abuelas.
Como guinda del pastel de la decoración, añadir pequeñas tarjetas con nombres para los invitados sería todo un acierto. Acompáñalas de telas de tul o cintas y lacitos en las servilletas. ¡Y voi lá! La navidad vivirá en nuestras mesas.
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